Paula Logares fue secuestrada el 18 de mayo de 1978 junto a sus padres, Mónica Grinspon y Claudio Logares, cuando tenía 23 meses. La pareja fue detenida junto a su pequeña hija en Montevideo, Uruguay, y trasladada a Buenos Aires. En primer término, fueron llevados a la Brigada de Investigaciones de San Justo donde los separaron. El subcomisario de la Policía Bonaerense Rubén Lavallén, que prestaba servicios en la Brigada, y su esposa, Raquel Leiro, anotaron a Paula como hija propia. Su mamá y su papá, a quienes nunca más vio, fueron trasladados al centro clandestino de detención conocido como “Pozo de Banfield” y se encuentran desaparecidos.
La confirmación de que Elsa Pavón era su abuela llegó cuando Paula tenía ocho años por denuncias que fueron aportadas a Abuelas de Plaza de Mayo. Su caso fue pionero: la primera restitución judicial apenas recuperada la democracia, en diciembre de 1984; y además, el primer caso resuelto por medio de estudios genéticos, aplicando el “índice de abuelidad”, tres años antes de que se creara el Banco Nacional de Datos Genéticos, en 1987.
Al momento del secuestro, la mamá de Paula estaba embarazada. Ella, junto a Abuelas de Plaza de Mayo, sigue buscando hasta el día de hoy a su hermano/a.